Con esta actuación, Kenris nos sumerge en plena elegancia. La elegancia es la del personaje, vestido con un traje y un sombrero negro, una rosa roja en boca. La elegancia es también la del bailarín de Tango que ejecuta sus pasos. Esta mezcla sabia de gracia, de seguridad y de dulce violencia, típica del estilo del tango. Kenris es también y sobre todo el manipulador de cartas. El tema es por supuesto el amor y la pasión. Una actuación rítmica con una gran clase y una muy bella destreza.